Celebrar la Biblia puede parecer una pregunta que muchos no se plantean, pero es importante reflexionar sobre el propósito y el enfoque de tales celebraciones. Mientras que para algunos la idea de celebrar la Biblia es una oportunidad de profundizar en la fe, para otros puede generar dudas sobre si realmente es necesario dedicar un mes específico a su celebración. En este blog, exploraremos diferentes perspectivas sobre si es correcto o no celebrar la Biblia.
La Biblia nos llama a conocer, estudiar y meditar en la Palabra de Dios todos los días. En el Salmo 1:2, por ejemplo, se dice: "Al contrario, en la ley del Señor está su alegría, y en ella medita día y noche". Este versículo nos muestra que, según las Escrituras, debemos meditar en la Palabra continuamente, lo que nos da un fuerte fundamento para celebrar la Biblia y dedicarle tiempo de manera especial. Celebrar la Biblia no va en contra de estos principios; de hecho, puede ser una oportunidad para reavivar el amor por las Escrituras y difundir su mensaje a aquellos que no la leen o no la comprenden plenamente.
El acto de celebrar la Biblia puede servir como un incentivo para que más personas se acerquen a las Escrituras. Como nos recuerda 2 Timoteo 3:16-17: "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté completamente preparado para hacer toda buena obra". Este versículo subraya la utilidad de la Biblia en la vida del creyente. Celebrar la Biblia puede ser una manera de recordar a todos su poder transformador y fomentar su lectura diaria.
Una preocupación legítima que surge al hablar de celebrar la Biblia es el riesgo de su comercialización. Con la proliferación de productos relacionados con la Biblia, es importante que la celebración no se reduzca a un evento comercial sin un enfoque profundo en el aspecto espiritual. En Mateo 21:13, Jesús dice: "Está escrito: ‘Mi casa será llamada casa de oración, pero ustedes la están convirtiendo en una cueva de ladrones’". Este versículo nos recuerda que debemos ser cuidadosos al no desvirtuar lo sagrado por intereses materiales, y siempre procurar que las celebraciones tengan un propósito genuinamente espiritual.
El celebrar la Biblia también puede ser una ocasión para fomentar la unidad entre las distintas denominaciones cristianas. A pesar de las diferencias teológicas, todas las tradiciones cristianas reconocen la centralidad de la Biblia en la fe. Como nos enseña 1 Corintios 1:10: "Les ruego, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos estén completamente unidos, que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén perfectamente unidos en el mismo pensar y sentir". Celebrar la Biblia puede ser un recordatorio de nuestra misión común de difundir su mensaje de unidad y esperanza.
El mes o evento dedicado a la Biblia debe verse como una invitación a profundizar en su contenido y significado, no como una obligación impuesta. En Colosenses 3:16, se nos exhorta: "Que la palabra de Cristo habite en ustedes con abundancia, enseñándose y amonestándose unos a otros con toda sabiduría, cantando a Dios con gratitud en sus corazones, con himnos, cantos espirituales y salmos". Este versículo nos recuerda que la motivación detrás de la celebración debe ser un deseo genuino de permitir que la Palabra de Dios transforme nuestras vidas y corazones.
Celebrar la Biblia no es en sí mismo incorrecto, siempre y cuando la motivación sea sincera y esté enfocada en fomentar el amor por las Escrituras y la relación personal con Dios. Si bien el mes de la Biblia o cualquier otra ocasión para celebrarla puede convertirse en una herramienta poderosa para reavivar la fe y promover la lectura, es esencial que se mantenga como un medio para profundizar en la comprensión y aplicación de la Palabra de Dios, sin caer en la superficialidad ni en la comercialización.