Hija amada,
Desde antes de que nacieras, te vi y te amé. Te formé con mis propias manos, te entretejí con ternura en el vientre de tu madre y puse en ti un propósito eterno. Eres más valiosa de lo que imaginas, más fuerte de lo que crees y más amada de lo que podrías comprender.
Sé que hay días en los que sientes que el mundo pesa demasiado sobre tus hombros. Momentos en los que el cansancio y la incertidumbre te susurran al oído que no eres suficiente, que no puedes más. Pero quiero que escuches mi voz, quiero que recuerdes quién eres: Eres mi hija, mi obra maestra.
Cuando el camino se vuelve difícil, no temas. No estás sola. Yo estoy contigo. Cada lágrima que has derramado, yo la he recogido. Cada herida que has sentido, yo la he visto. Cada vez que te has sentido invisible, he estado a tu lado, susurrándote al corazón: "No te rindas, sigue adelante. Yo te sostengo."
Tienes dentro de ti una luz que nadie puede apagar. Una fuerza que proviene de mí. Cuando el mundo te diga que te detengas, corre a mis brazos. Cuando sientas que no puedes más, descansa en mí. Cuando creas que no eres suficiente, recuerda que yo te hice a mi imagen, y en mí, tú eres más que suficiente.
No dejes que el miedo robe tu valentía. No permitas que las heridas del pasado te definan. Tú eres más que tus fracasos. Más que tus errores. Más que tus caídas. Eres ni hija, y yo he puesto en ti un propósito divino que nadie podrá arrebatarte.
Levántate cada mañana con la certeza de que mi amor por ti es inquebrantable. Que mis planes para ti son de bien y no de mal. Que cada batalla que enfrentas no es el fin de la historia, sino el capítulo en el que descubres tu verdadera fortaleza.
Cree en lo que he puesto en ti. Sueña sin miedo. Vive con pasión.
Ama con todo tu corazón y nunca olvides: te hice fuerte, te hice valiente, te hice digna.
Estoy aquí, siempre. En cada respiro, en cada latido, en cada paso que das. Nunca te dejaré, nunca te abandonaré. Eres mía, por toda la eternidad.
Con amor infinito,
Tu Padre, Dios.
Comments